jueves, 1 de octubre de 2015

Un ramo demasiado concentrado

En el país, solo el 50% de la superficie de cultivos está protegida y Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos suman el 90% de las primas en seguros agropecuarios. Las oportunidades más allá de estas provincias. Por qué el multirriesgo aún es un pendiente.
Con una importante tradición agrícola, que alguna vez catapultó al país más austral del globo como ‘el granero del mundo’, el mundo asegurador puede encontrar oportunidades de expansión, sobre todo, en multirriesgo, que solo tiene una participación del 1,7% en las hectáreas aseguradas, y en algunas provincias del país, dado que Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos concentran casi el 90% de las primas en seguros agrícolas y forestales, según un comunicado reciente de la SSN.
Sin embargo, resulta complicado referirse a este tipo de pólizas sin describir brevemente la situación actual del sector. La campaña 2014-2015 (culminada el 30 de junio de este año) terminó con un resultado productivo, en general, muy bueno con algunas zonas de rendimientos extraordinarios como el sudeste de Córdoba y situaciones puntuales muy negativas por haber sufrido un período de gran falta de lluvias durante febrero y parte de marzo, como Pehuajó y alrededores.
"Lo paradójico es que el resultado económico fue negativo para casi todas las zonas productivas, independientemente del rendimiento obtenido. Sobre todo, por el incremento de costos y la caída de precios de los productos. Así, llegamos a la gran falta de liquidez entre los productores y quienes lograron saldar sus deudas de arrendamientos e insumos de la campaña anterior no cuentan con las posibilidades suficientes para encarar la inversión de la campaña 2015-2016", comenta Hernán Fernández, asesor de empresas agropecuarias, de la consultora Enrique Zeni y Compañía.
El financiamiento externo es caro y la consecuencia inmediata es lo que se empieza a ver en toda la Pampa húmeda: productores que recortan sus costos y piensan en pasar una campaña lo más austera posible, sembrar los cultivos que menos inversión requieren y hacerlos lo más baratos posible. La consecuencia de esto seguramente sea más superficie de soja, menos de trigo y menos área sembrada de maíz. Y, en general, menor fertilización para reducir costos, afirman algunas de las fuentes consultadas.
Hay que sumarle un escenario macro de precios bajos, con costos en suba y la única variable de ajuste que está en plena negociación es la de los arrendamientos. "Se verifican muchos contratos sin cerrar, caídas generalizadas en los alquileres y zonas marginales que no serán sembradas", agrega el especialista y grafica: "Por ejemplo, de un presupuesto de soja para la actual campaña para el oeste de la provincia de Buenos Aires, la participación del seguro agrícola es del 2%. El resultado presupuestado es nulo, aun habiendo caído cerca de un 25% en kilos de soja el arrendamiento para la zona".
Dentro de este contexto, las compañías de seguros agrícolas intentarán mantener el monto de primas recaudadas durante la campaña que comienza. "Lo positivo es que venimos de una campaña durante la cual se estima la siniestralidad en un 55%, lo que es positivo para el sector. Vale decir que la siniestralidad promedio de los últimos años ronda el 75%", añade Fernández.
"Como balance, lo positivo para el sector asegurador está en el hecho de que, al salir de producción los campos de zonas marginales para la actividad agrícola, debería reducir el riesgo climático asumido por las compañías a través de las pólizas vendidas. Lo negativo estará en que los productores intentarán recortar costos totales y; dentro de ellos, suele ser la herramienta del Seguro Agrícola una de las primeras en ser eliminada; aunque debería ser la primera en ser ratificada; en un escenario de resultado esperado nulo y alto riesgo de perder dinero. Entendiendo este contexto negativo para el negocio agrícola y de incertidumbre política y económica, creemos que es una campaña para no poner objetivos muy altos de producción de seguros agrícolas y ser muy conservadores en la suscripción", agrega.

Mercado y coberturas

De las 184 entidades aseguradoras del mercado argentino, 26 operan en seguros agropecuarios y forestales: 21 cubren granizo; 24, granizo con adicionales; cuatro, multirriesgo agrícola; seis, ganado; cuatro, incendios en plataformas forestales; cuatro operan en otros ramos (integral agrícola, silo y silo bolsa) y tres, robo. En total, en la última campaña, emitieron primas por $ 2.176 millones, pagaron siniestros por $ 1.609 millones y aseguraron 18 millones de hectáreas, según datos de la SSN. Los seguros contra granizo se llevaron el 64,8% de participación, mientras que granizo y adicionales solo el 33,5% y multirriesgo, apenas el 1,7%. Además, solo el 2% de los productores agropecuarios se encuentra asegurado, según el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
El ramo está concentrado. Solo cinco aseguradoras (La Segunda, Allianz, Sancor, Zurich y Federación Patronal) se llevan casi el 65% de las primas del ramo y cuatro provincias (Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos) concentran en conjunto casi el 90% de las primas y el 80% de los siniestros.
"El ramo más importante de nuestra cartera granizo. Tenemos un producto específico, Granizo Max, que protege a los cereales y oleaginosas contra el granizo, incendio y reintegro de gastos de siembra para cosecha fina o resiembra para cosecha gruesa. Como adicionales, ofrecemos resiembra (50%), incendio de rastrojos, planchado, heladas, vientos, bajas temperaturas, falta de piso y daño total, por mencionar los principales ejemplos", dice Gustavo Mina, gerente de Seguros Agropecuarios de Sancor Seguros.
Además, Granizo Max brinda la posibilidad de pagar la póliza con la propia producción (canje de granos), un equipo de tasadores propios que garantizan una rápida resolución en caso de siniestros y packs de precampaña con productos diferenciados para cada zona del país.
También, la firma ofrece una cobertura de granizo para frutales, que se adapta a las particularidades de cada economía regional, Siembra Max. "Se amolda al proceso productivo, sigue la curva de inversión del asegurado y le garantiza la capacidad de recuperarla; la primera cobertura para tambos, que resguarda la rentabilidad del productor tambero frente a la pérdida de producción a consecuencia de la falta o exceso de lluvia; Bien de Campo, un producto que permite al productor rural cubrir, en un solo trámite y de forma integral, todos los bienes de su establecimiento agropecuario, incluyendo su vivienda familiar; entre otros", añade Mina.
"Las operaciones que se darán en esta nueva campaña serán las que tienen como cobertura los riesgos de granizo y adicionales como planchado de suelos, incendio de rastrojos, viento y heladas, estas vienen siendo las que representan un 95% de las primas emitidas en las últimas campañas. La campaña pasada fue muy similar a la de 2013/2014, caracterizadas por un nivel aceptable de eventos climáticos que produjeron daños en los cultivos cubiertos, los mayores pagos de siniestros se lo llevó el evento granizo. Los montos que pagamos a los asegurados ascendieron a $ 170 millones por la campaña pasada, por los diferentes riesgos cubiertos. La siniestralidad de esta última campaña fue muy similar para la cosecha fina y cosecha gruesa", dice Carlos Comas, jefe de Riesgos Agropecuarios y Forestales de la Segunda.
Los especialistas consultados coinciden en que la visión del negocio está puesta a largo plazo. "Por eso, desarrollamos para esta campaña una propuesta de valor integral, basada en una estrategia que busca la sustentabilidad del sector y en seguir afianzando la relación con los clientes del sector agropecuario. Tenemos el producto Granizo 12 horas sin carencia, lo que implica que el productor agropecuario puede contratar su seguro un día y estar cubierto a las 12 horas del día siguiente", comenta Silvana Roccabruna, gerente de Riesgos Agrícolas de Zurich Argentina.

Coyuntura desfavorable

"El valor de los commodities impacta en el ramo de seguros agrícolas, en particular el de la soja, que representa cerca del 60% de los cultivos extensivos asegurados. Hoy, los granos tienen valores muy inferiores a los que presentaban la campaña anterior y esto, sumado a los altos costos de producción, reduce la proyección de superficie sembrada y, en consecuencia, las expectativas de crecimiento en el ramo", sostienen fuentes del mercado.
Por otra parte, la industria aseguradora debe considerar una inmovilización de capital para hacer frente a potenciales siniestros. Una alternativa a esta situación es buscar el capital necesario para este fin, a través del reaseguro. "Si las compañías no tienen en cuenta la evolución del valor de los commodities y el impacto de la devaluación del peso, podrían quedar descalzadas con respecto al capital necesario en relación a lo que tienen previsto, ya sea propio o a través del reaseguro. Las reaseguradoras internacionales participan con un porcentaje superior al 50% en las indemnizaciones a los asegurados", sostiene Gonzalo Chillado Biaus, gerente Comercial de Münchener de Argentina, representador de la reaseguradora Munich Re.
"En la campaña 2014/2015, la industria de seguros desarrolló productos para ofrecer alternativas. En la campaña pasada, hubo pérdidas por eventos climáticos, principalmente granizo, vientos fuertes y heladas pero también hubo pagos por excesos de lluvias. Se espera que la oferta para la vigencia 2015/2016, también acompañe la situación crítica del sector agropecuario", agrega.
Además de los bajos precios y la gran carga impositiva, el alto costo de los fletes incide en que en las zonas alejadas se siembre menos. Eso hace que las sumas aseguradas bajen cerca de 10% respecto a la campaña pasada y el 95% de las coberturas se concentre en granizo. También, se agrega el atrasado tipo de cambio y los insumos dolarizados. Frente a este panorama, sería bueno un programa para desarrollar un seguro para sequías con apoyo legal, como los derivados climáticos en la Bolsa de los Estados Unidos, en Chicago o Texas, otra opción sería la de seguros de índices o paramétricos como en África o China, con bajos costos para valores objetivos como lluvia", comenta Andrés Laurlund, gerente de Granizo de Allianz Seguros Agrícolas.

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